El aceite esencial se encuentra en la cáscara del limón. Se necesitan alrededor de 75 limones enteros para producir un frasco de 15 ml de aceite esencial. El procesamiento del aceite esencial de limón es similar al procesamiento de muchos otros aceites cítricos: es un subproducto de la industria de la fruta fresca. Los limones frescos que no se pueden vender en el mercado debido a golpes u otras deficiencias estéticas se prensan para obtener zumo y aceite esencial. El zumo y el aceite proporcionan un doble uso para esta fruta sobrante.

El aceite proviene del «raspado» de la cáscara (similar a un rallador de queso que raspa la cáscara) utilizando un equipo especial. El equipo de raspado se sumerge en agua, lo suficiente para cubrir las cuchillas, y al rascar la cáscara, el aceite se libera en el agua. El fruto sale con un aspecto parecido a una pequeña bola peluda con la piel completamente retirada. A continuación, el aceite se separa del agua en una centrifugadora, donde se procesa al menos dos veces. La fruta se extrae después de haberle quitado la cáscara y el aceite.