Como un sencillo primer paso en tu viaje con los aceites esenciales, te recomendamos el trío de lavanda, limón y menta, tres de nuestros aceites más populares.
Con su aroma distintivo y sus innumerables aplicaciones, la lavanda se ha convertido en uno de los aceites esenciales más populares. Antiguamente, los romanos y los egipcios utilizaban la lavanda para la higiene personal. Desde entonces, se han descubierto un sinfín de beneficios de la lavanda. La lavanda es ampliamente utilizada en cosmética y perfumes por su capacidad para reducir la aparición de imperfecciones de la piel y aliviar las irritaciones de la piel. Además, sus propiedades calmantes se utilizan a menudo para relajar el cuerpo y mejorar el estado de ánimo. Sus beneficios versátiles hacen de la lavanda un aceite ideal para tenerlo a mano en todas partes.
Limón es uno de los aceites esenciales más vendidos de dōTERRA y tiene multitud de beneficios y usos. Si añades limón a tu botella de agua obtendrás un impulso refrescante y saludable durante el día. El limón se añade frecuentemente a las comidas para mejorar el sabor tanto de los postres como de los platos principales. Tiene un aroma estimulante y energizante y despierta sentimientos de ligereza, entusiasmo y alegría.
Siempre es útil tener aceite de menta, uno de los aceites más vendidos de doTERRA. La menta añade un sabor refrescante y mentolado a los postres, bebidas, batidos e incluso a platos salados. Un alto contenido de mentol, como el que se encuentra en el aceite esencial de menta de doTERRA, distingue la mejor calidad de un aceite esencial de menta de otros aceites esenciales. La menta se utiliza frecuentemente en la pasta de dientes y en chicles para el cuidado bucal.
Las grandes asociaciones de obtención sostenible permiten a doTERRA producir aceites y mezclas exclusivas y patentadas que preservan la pureza y la potencia de cada planta.
Encontrarás tu ID de calidad en la parte inferior de las botellas de aceites esenciales individuales de doTERRA comprados después de mayo de 2016. El ID de calidad contendrá una serie de seis o siete números y una letra.