Tangerina tiene una larga historia de uso en la cultura china. El aroma dulce y ácido de la tangerina estimula y calma al mismo tiempo. Un añadido popular y sabroso para postres y bebidas, desde pasteles hasta batidos de frutas: la tangerina es un añadido ácido ideal para cualquier receta que requiera frutas cítricas. ¡Añade aceite esencial de tangerina al té o a la limonada para darle un toque muy estimulante!

El nombre «Grapefruit» se atribuye a los frutos que crecen en racimos que se parecen a los de las uvas. Comúnmente conocido por su sabor agrio y ácido, el pomelo es una fruta redonda, amarilla y anaranjada de un árbol cítrico de hoja perenne. El aceite esencial de Pomelo se obtiene de la cáscara de esta fruta. Es muy valorado por sus múltiples usos y beneficios, así como por su refrescante aroma y su intenso sabor.

Uno de los aceites más apreciados y preciosos por su rico aroma, el Incienso es a menudo conocido como el «rey» de los aceites esenciales. Hace siglos, los antiguos egipcios usaban la resina de incienso para todo, desde perfumes hasta bálsamos para la piel. Sus propiedades calmantes y embellecedores pueden tener un efecto rejuvenecedor para la piel y ayudar a reducir la aparición de imperfecciones si se aplica tópicamente.

Originario del sudeste asiático, el cardamomo se añade a los dulces y tés tradicionales de la India por su aroma y sabor frescos y mentolados. Se añade al pan, los batidos, las carnes y las ensaladas para realzar el sabor. Valorado en todo el mundo como especia, el cardamomo es un aceite esencial que también puede resultar beneficioso de muchas otras maneras.